La Autoestima
La autoestima es el núcleo principal
alrededor del cual orbita cada aspecto de nuestras vidas. El nivel de bienestar
que somos capaces de experimentar, el éxito que podemos manifestar, cuan
funcionales son nuestras relaciones, la creatividad que nos permitimos
expresar, los logros que somos capaces de actualizar, y tantos otros aspectos
de nuestra vida personal.
En lo más profundo de nuestro ser existe una imagen que nosotros hemos
creado, aunque no estemos plenamente conscientes de ello, que refleja la idea
que nosotros nos hemos forjado de quienes somos como persona, y cuan valiosos
somos con respecto a otros.
Se corresponda o no con la realidad, esta imagen es nuestro punto de
referencia con respecto al mundo que nos rodea, es nuestra base para tomar decisiones,
y es nuestra guía para todo lo relacionado con nuestro diario gestionar en la
vida.
La autoestima es esencial para nuestra habilidad de interactuar de una
manera funcional y armónica en nuestras vidas cotidianas. Pero existe un
pequeño detalle. Puesto que esa imagen que tenemos de nosotros mismos es algo
muy sutil, y de lo cual no estamos plenamente conscientes, por lo general no
atinamos a señalar a nuestro nivel de autoestima como la causa de las
situaciones que experimentamos en la vida.
Nuestro nivel de autoestima es el responsable, nosotros somos responsables, de todo lo
que ocurre en nuestras vidas. Recordemos que nuestra vida no es más que un
reflejo de lo que existe en nuestro interior. Nuestros pensamientos, nuestras
palabras y nuestras emociones le han dado forma a través del tiempo a lo que
hoy llamamos "Nuestra Vida".
Nuestro nivel
de autoestima puede ser alto o bajo, y consecuentemente cada uno incidirá en
nuestra calidad de vida.
A falta de una
base de autoestima sólida, nos cuesta asumir riesgos y tomar las decisiones
necesarias que nos permitirán vivir una vida productiva y gratificante. Un bajo
nivel de autoestima afecta adversamente nuestras relaciones familiares,
amistosas y de pareja, nuestro desempeño personal y profesional, y lo más
importante, nuestra sensación interna de bienestar.
Las personas
que tienen un nivel de autoestima bajo dependen de los resultados presentes
para establecer cómo deben sentirse con respecto a si mismos. Necesitan
experiencias externas positivas para contrarrestar los sentimientos negativos
que albergan hacia ellos mismos.
Mientras que
un alto nivel de autoestima hace florecer un alto nivel de confianza en
nuestras habilidades para resolver situaciones, y la asertividad necesarias
para permitirnos llegar a ser todo lo que podemos ser. Un alto nivel de
autoestima nos permite tener relaciones más funcionales, saludables y
profundas, principalmente con nosotros mismos.
Un nivel de
autoestima positivo se fundamenta en nuestra habilidad para evaluarnos
objetivamente, conocernos realmente, y ser capaces de aceptarnos y valorarnos incondicionalmente. Es decir, ser
capaces de reconocer de manera realista nuestras fortalezas y limitaciones, y
al mismo tiempo aceptarnos como valiosos sin condiciones o reservas.
Es importante
no confundir un alto nivel de autoestima con el egoísmo o sentirse superior,
los cuales son en realidad intentos de ocultar sentimientos negativos sobre sí
mismo.
La autoestima
positiva nos permite realizar nuestros sueños. Mientras más nos aceptamos y nos
apreciamos nosotros mismos, más nos comportamos de una manera que nos permite
ser aceptados y apreciados por otros. Mientras más creemos que somos capaces de
lograr nuestras metas, aumentan nuestras probabilidades de hacerlas realidad.
Para algunas las personas, sus pensamientos y
sentimientos sobre si mismos tienden a fluctuar basados en su experiencia
diaria. Los resultados de una evaluación, como le tratan sus amigos, los
altibajos de una relación amorosa, etc. pueden tener un impacto temporal en su
sensación de bienestar.
La autoestima sin embargo está por encima de los altibajos normales
asociados con los cambios en las situaciones cotidianas. Para las personas con
un nivel alto de autoestima estos altibajos normales de la vida podrían
producir fluctuaciones temporales en su sensación de bienestar. Mientras que
para una persona con baja autoestima estos mismos altibajos podrían hacer una
enorme diferencia.
Identificar a las personas que tienen un nivel de autoestima alto es por
lo general sencillo, tienden a ser personas que se la llevan bien con la
mayoría, de trato jovial, su presencia es agradable y bien recibida, y están
siempre dispuestos a colaborar.
Son capaces de escuchar las críticas sin tomárselo personalmente. Por lo
general manejan mejor esas situaciones porque los mensajes negativos tienen
menos poder sobre ellos, no hacen eco dentro de su mente.
Tienen facilidad para establecer claramente la diferencia entre
"Ser" y "Hacer". Este pequeño detalle les permite mantenerse
centrados en si mismos mientras observan los cambios que ocurren a su
alrededor, sin necesidad de identificarse con ellos.
Para las personas con un nivel de autoestima positivo es sencillo
detenerse a evaluar una situación para decidir el más adecuado curso de acción
a seguir, en vez de simplemente reaccionar nerviosamente ante ella.
En cuanto a las personas con autoestima baja, no es tan sencillo
reconocerlas, pues la baja autoestima puede usar diferentes mascaras.
La manera más sencilla de mejorar la
autoestima es volvernos conscientes de nuestro dialogo interno, y dirigirlo
conscientemente de manera constructiva. Todo lo que nos decimos a nosotros
mismos durante nuestro dialogo interno, junto con el significado que elegimos
asignarle a los eventos que ocurren en nuestras vidas, se combinan para crear
la realidad que hoy vivimos.
Mejorar
nuestra autoestima es uno de los mejores proyectos de vida que podemos asumir,
al hacerlo estaremos mejorando cada aspecto de nuestras vidas, y nos estaremos
ocupando de la relación más importante que jamás tendremos. Nuestra relación con nosotros mismos.
Adelante!!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario